Dentro de la metalurgia se encuentran los procesos de obtención y tratamiento de los metales y minerales industriales. Los comienzos se dieron con el tratamiento de cobre, el oro y plata, que se manipulaban en base a la deformación. Luego de la época neolítica aparecieron técnicas de fundido en hornos y el moldeado. Más tarde se desarrollaron las aleaciones. Se comenzó a trabajar el hierro y las fundiciones en altos hornos.
En la actualidad los procesos metalúrgicos comprenden varias etapas. En primer lugar se obtiene el metal a partir del mineral que lo contiene en estado natural. Luego es separado de la ganga donde el metal se encuentra mezclado con, por ejemplo, arcilla y silicatos. Con el afino se eliminan impurezas. Adicionalmente se pueden elaborar aleaciones y realizar tratamientos al material, dependientes del uso que se les vaya a dar. Algunas operaciones que comprende la metalurgia son: triturado, molienda, filtrado (a presión o al vacío), centrifugado, decantado, flotación, disolución, destilación, secado, precipitación, tostación, oxidación, reducción, electrólisis, hidrólisis, lixiviación mediante reacciones ácido-base, precipitación química, electrodeposición o cianuración. Por último, se debe dar forma a un producto: chapas, formas metálicas, piezas, etc.
Es importante destacar que para todos los procesos nombrados existe maquinaria específica y una máquina industrial usada en la metalurgia debe ser muy precisa y eficaz. Los productos finales se usan a menudo en la producción de nuevas piezas, como por ejemplo las brocas, que una vez producidas se implementan en taladros y fresadoras para procesar otros materiales.